Cuadro a pasteles- monocromo

Después de hacer los pasteles toca probarlos y dar fe de que se puede trabajar con ellos,
de todos los que habíamos echo solo podíamos escoge dos colores, que se contrastasen el
uno al otro, uno cálido y otro frío, o complementarios. Me decidí por el amarillo limón y
el azul ultramar.


Aunque había trabajado anteriormente con pasteles, en este cuadro me di cuenta de algunas cosas importantes, aunque he de decir que me orientaron (María) en una de ellas, y es perder el miedo, darle con fuerza, apretar, y añadir mucha cantidad de pigmento para que quede uniforme, y una textura agradable, dar cera pulir cera, es decir, mucho tiempo y entrega al pintar; acabe con el dedo destrozado y seco.

Es un procedimiento medio dibujo, medio pintura, exige una técnica espontanea y en la que apenas caben las rectificaciones, por esto tenemos que asegurarnos de que el encaje es correcto antes de empezar a manchar con fuerza, después no podremos quitar bien el pigmento, y no podemos cubrir un color con otro, se mezclan; (unos más que otros, dependiendo de la fuerza del color..), se puede aprovechar esta “desventaja”, para hacer unos degradados bastante buenos, si, es otra de las cosas que aprendí, aunque ya lo hacia antes intuitivamente. Aunque se pueden hacer fijaciones intermedias, así los colores no se mezclarían del todo (dependiendo de la cantidad de fijador) al menos “materialmente”, pero si quizás se haga una mezcla por capas, lo mejor será tener cuidado.

Es necesario que el papel (soporte) sea algo granulado para que se adhiera bien sobre su superficie rugosa.
Se puede trabajar sobre papel de color neutro, el color del fondo haría la función de valor medio.
Su escasa capacidad de fijación hace que este procedimiento sea de los más frágiles. Si se fija pierde parte de su encanto ( la calidad material tan característica del pastel). Si es posible, es preferible no fijarlo y protegerlo con un cristal que no este en contacto con la pintura.
Como ya he dicho se pueden ir haciendo fijaciones intermedias, y evitar así tener que fijarlo al final. Como hacia Degas.